El itinerario perfecto para recorrer
Islandia en coche en 10 días
Por Two World Backpackers
Islandia estaba en nuestra lista de viajes que hacer durante mucho tiempo y por fín pudimos ir en Febrero de 2019 ¡justo antes del Covid-19!
Tenímos mucha ilusión (quiero decir… ¿y quién no?, ¡es Islandia!) porque queríamos volver a ver las auroras boreales, visitar este precioso país lleno de una naturaleza maravillos y porque íbamos con una pareja de amigos de España.
Así que si estas planeando visitar Islandia o todavía está en tu lista de viajes que hacer y no sabes qué es lo que no te puedes perder, ¡sigue leyendo! En este post te contaremos todo sobre nuestra ruta en coche de 10 días por Islandia.
Tabla de Contenidos
Día Uno: Llegada a Reykjavik
El primer día no hicimos mucho para ser sinceros. Llegamos al aeropuerto de Keflavik (Reikiavik) a las 7pm. Allí nos recogieron nuestros amigos que llegaron a mediodía desde España y fueron a recoger el coche que alquilamos.
Desde allí fuimore directos al hotel a dejar las cosas, dimos una pequeña vueltecita por Reikiavik y de vuelta al hotel a cenar y dormir.
Día dos: El Círculo Dorado
Nuestro primer día oficial en Islandia, nos levantamos súper prontito de las ganas que teníamos de verlo todo y nos fuimos a ver todo El Círculo Dorado.
Todos los días ya de camino veíamos preciosos amaneceres a las 9am.
Nuestra primera parada fue el Parque de Pingvellir, designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2004. Hay varias rutas que podéis hacer. Nosotros visitamos la cascada Öxarárfoss y el Primer Parlamento Democrático del Mundo. Éste último lo constituyeron los Vikingos y en él se reunían una vez al año los representantes de los clanes para dirimir los asuntos de un país sin reyes.
Cerca hay un trozo donde se puede bucear a través de la fisura de Silfra, justo entre las placas tectónicas de Norteamérica y Eurasia. Nosotros no buceamos con el frío que hacía pero si visitamos el lugar, ¡aunque debe ser impresionante bucear en esa zona!
Después fuimos a ver el Geysir, que no os engañaremos, es impresionante pero el agua caliente en Islandia huele a huevos podridos.
Cerca de ahí está la famosa catarata Gullfoss. ¡Es la catarata más impresionante que hemos visto nunca! Eso sí nos quedamos pajaritos del frío y viento que hacía! Esta catarata se cae en dos saltos de 11 y 21 metros en una grieta de 32 metros de profundidad. Nos llamó la atención saber que fue alquilada indirectamente a inversores extranjeros por sus dueños, y pasó por diferentes dueños hasta que fue comprada por el estado islandés y ahora está protegida.
Nuestra última parada del día fue Kerid. Es uno de los múltiples lagos de cráter volcánico en el área pero es el que tiene la caldera más intacta y visualmente identificable. El precio de la entrada son 400 ISK (2.90€).
Esa noche fuimos a buscar auroras cerca del hostal en Hella pero, aunque estaba el cielo despejado y alejado de cualquier luz artificial, no tuvimos suerte.
Día tres: Desde Hella a Vík í Mýrdal
La primera parada de nuestro segundo día en la isla fue la cascada Seljalandsfoss, que junto a ella pero un poco escondida y a la que mucha gente pasa de largo la mayoría de las veces, se encontraba la cascada Gljúfrabui.
Cerca se encuentra la famosa cascada Skógafoss que es una de las cascadas más grandes del país con 25 metros de ancho y 60 metros de alto. ¡Las vistas desde arriba son impresionantes!
Además según la leyenda, el primer colono vikingo enterró un tesoro en una caverna detrás de la cascada. Años después un chico local encontró el cofre pero solo fue capaz de agarrar la arandela en el lado del cofre antes de que desapareciera.
De ahí nos fuimos al glaciar de Mýrdalsjökull donde nos salimos un poco de la ruta para llegar justo en frente de la lengua del glaciar y ¡hacía un frío que pela!
Nuestra siguiente parada fue en Sólheimassandur para ver el famoso avión militar abandonado que se estrelló ahí en 1973. Nadie está seguro de por qué se estrelló el avión y hay varias teorías sobre ello. Sin embargo, lo más impresionante de la historia es que fue un aterrizaje forzoso en el que nadie resultó herido.
Para llegar hasta ahí se puede ir andando desde la entrada, hora y media andando cada trayecto, o se puede coger un bus que te deja al lado por 11 GBP ida y vuelta.
Y para acabar la ruta del segundo día fuimos a ver Dyrhólaey y las playas de arena negra de Reynisdrangar y de Reynisfjara, donde dice la leyenda que las formaciones rocosas que se encuentran ahí son los restos de dos Trolls de la noche que quedaron petrificados cuando estaban tratando de arrastrar un navío de 3 mástiles fuera del mar, el amanecer los atrapó y los hizo convertir en piedra.
Ese día fuimos a dormir a un albergue en Vík í Mýrdal.
Día cuatro: Desde Vík í Mýrdal a Höfn
Aquí decidimos levantarnos a las 5.30am y probar suerte a ver si veíamos alguna aurora boreal antes de empezar nuestra ruta del día pero nada, tampoco hubo suerte.
Nuestra primera parada fue el Glaciar de Vatnajökull donde queríamos ver el Parque Nacional de Skaftafell con su preciosa cascada Svartifoss pero no pudimos hacerlo ya que no llevábamos pinchos para las botas y el terreno estaba demasiado resbaladizo. Sin embargo, nos permitieron hacer únicamente una ruta para ver una de las lenguas del glaciar ya que era terreno llano.
Es un parque tremendo en el que podéis pasar fácilmente toda una mañana haciendo rutas de senderismo o toda una tarde. ¡Nosotros tenemos claro que volveremos cuando sea primavera/verano para poder verlo y recorrerlo todo!
Una de nuestras zonas favoritas fue sin duda el Glaciar Jökulsárlón y la Playa Diamante, llamada así por los trozos de hielo que hay en la playa de arena negra. Desde luego, no había una mejor manera de acabar la ruta de ese día que esa.
Dormimos en Höfn.
Día cinco: Desde Höfn a Egilsstadir
De Höfn a Egilsstadir nos esperaban 3h y 28min en teoría que se convirtieron en mucho más ya que a medida que íbamos más al norte el tiempo no ayudaba. Así que hoy tocaba día en carretera y luego en el hotel por el temporal. Eso sí, de camino pudimos ver los preciosos caballos de Islandia. ¿Pueden ser más bonitos?
Además, como estaba nublado tampoco podíamos ir en busca de auroras boreales.
Día seis: Desde Egilsstadir a Myvatn
Según las noticias, al día siguiente se esperaba una tormenta de nieve y vientos huracanados enorme, que daba alerta naranja en la zona a la que teníamos que llegar y en casi el resto del país daba alerta roja. Así que decidimos aprovechar el día y ver todo lo que pudiésemos de lo que teníamos planeado para el día siguiente.
Empezamos la ruta con la Fortaleza Oscura o Dimmuborgir y de camino pasamos por la caldera volcánica Krafla. Es un área de campos de lava y formaciones rocosas con restos de actividad volcánica que quizá sean recuerdos de una antigua ciudadela derrumbada.
De ahí fuimos a ver la cueva que sirvió de inspiración para la escena de nidito de amor entre John Snow y Ygritte en la serie de Juego de Tronos. Así que visitamos Grjótagjá, una pequeña cueva de lava cerca del lago Myvatn que tiene un baño termal dentro.
Y finalizamos el día visitando los falsos cráteres de Skútustadagigar y de camino al hotel en Myvatn vimos las áreas geotérmicas de Námaskaro.
Esa noche intentamos buscar auroras boreales pero por desgracia tampoco tuvimos suerte.
Día siete: Desde Mývatn a Akureyri
¡Feliz día de San Valentín! Fue un día interesante ya que nos aconsejaron salir muy pronto para poder llegar a Akureyri antes de que llegase la tormenta ya que sólo teníamos 1h y 20min de trayecto.
Así que nos pusimos en marcha pero fue realmente difícil. Imaginaos, conducir en las montañas con casi nada de visibilidad y guiándote con el GPS y los reflectores de la carretera marcando el camino… Total, que nos quedamos atascados en la nieve después de 2horas y media conduciendo a 20km/h y a casi 20 minutos de llegar a Akureyri! Tuvimos que llamar a la grúa para que viniera a buscarnos ya que no se veía absolutamente nada y ya nos había pillado la tormenta.
Finalmente vinieron a buscarnos y nos llevaron hasta Akureyri.
Ojo: hay que pasar por un puente de pago que hay que pagar online 3horas antes o después de cruzarlo sino te multan.
El resto del día fue descansar y visitar unos baños termales en la ciudad.
Día ocho: Akureyri
Aprovechamos el día para hacer turismo por la ciudad y comprar alguno souvenirs.
Esa noche decidimos apuntarnos a un tour para ver las auroras boreales ya que no conseguíamos verlas y nos quedaban pocos días de viaje. Pero adivinar que… ¡tampoco tuvimos suerte!
Lo hicimos con la compañía Saga Travel y ellos ofrecen un segundo intento gratuito en caso de que no se puedan ver, así que decidimos realizar el segundo intento en Reikiavik el día 17.
El precio con esta compañía es de 7,920 ISK = 44,53GBP por persona.
Día nueve: Desde Akureyri a Hvammur
Debido al temporal aquí también decidimos ver todo lo pudiésemos hoy y volver a dormir a Hvammur para al día siguiente ir directos a Reikiavik.
La primera parada fue el pequeñísimo pueblo Reykholt. De ahí fuimos a ver cascadas, la cascada Hraunfossar y la cascada Barnafoss también conocida como la cascada de los niños.
Cuenta la leyenda que tiene este nombre porque dos niños de la casa Hraunsás se supone que debían quedarse en casa mientras los padres iban a la iglesia para la misa de Navidad. Sin embargo, cuando los padres volvieron se dieron cuenta de que los niños no estaban y salieron a buscarlos. Siguieron sus huellas hasta el puente de piedra que había en esa cascada donde desaparecían. La madre concluyó que los niños se habían caído al río y se habían ahogado. Así que destruyó el arco para asegurarse de que no volvería a pasar lo mismo nunca más.
Día diez: Desde Hvammur a Reikjavik
Nuestro último día en este precioso país aprovechamos para ver la cascada Thorufoss de camino a Reikiavik, donde también se rodó otra escena de Juego de Tronos.
¿Os acordáis cuando en un capítulo sale un niño sentado en lo alto de un acantilado mientras sus ovejas pastan alrededor de él y de repente aparece uno de los dragones de Daenerys? Sí, ese lugar.
Aprovechamos para visitar Reikiavik y descansar en el hotel ya que parece que no pero estábamos agotados del viaje. Por la noche hicimos el segundo intento del tour de las auroras boreales y adivinar que pasó…
¡Aleluya! Por fin las vimos! Después de tantos días saliendo a buscarlas y sin suerte, ya habíamos perdido prácticamente la esperanza por verlas y ¡por fin!.
Esa noche dormimos todos como bebés y súper felices.
Día once: ¡de vuelta a casa!
Todo lo bueno se acaba y este día no hicimos mucho ya que teníamos que devolver pronto el coche y luego el vuelo.
Sin duda fue un viaje extraordinario en una maravilla de país que nos enamoró y estamos seguros de que volveremos.
¿Y tú, has estado en Islandia? ¿Hay algún punto que viste y no esta en nuestro itinerario? ¿Hicistes un itinerario diferente? Cuéntanoslo en un comentario, nos encantaría leerte.